¿Tu perro tiene miedo al veterinario?
En ocasiones, ir al veterinario es una tortura para muchos perros. ¿Por qué? Los animales funcionan por asociación, y los canes en algunos casos pueden crear una relación entre el miedo y la visita. Pero la realidad, es que podemos aplicar algunas pautas para que este momento no sea tan traumático para el animal. Desde la Clínica Veterinaria Argos queremos ayudaros a entender las mejores técnicas de relajación si tu perro tiene miedo al veterinario.
5 consejos si tu perro tiene miedo al veterinario
Hay algunas maneras que pueden ayudar al perro para que se sienta un poco más cómodo y empiece a asociar el veterinario con otras cosas, no solo con dolor, miedo o molestias como en el caso de las vacunas. Para conocerlas, solo hay que seguir leyendo.
Visitas mucho más frecuentes
Una de las mejores maneras de quitarle el miedo a un perro de ir a su médico es no ir solo cuando el animal esté enfermo, las visitas de rutina son buenas para su miedo y su salud. En los espacios de tiempo en los que no hay razón para acudir al veterinario puedes aprovechar los paseos para pasar por la puerta y crear una nueva asociación. Para complementar esta acción debemos llevar premios para poder darle y que, así, asocie la visita a algo que le causa cosas buenas.
Un rato de paseo y juegos antes
Antes de ir a la clínica lo mejor es dar un buen paseo. ¿Qué conseguimos esto? Que el perro no esté tan tenso, que se canse un poco y que se relaje. Algo totalmente contraindicado si el can tiene miedo de ir a la clínica es arrastrarlo a la fuerza a ella o incluso bajarlo del coche directo. Lo mejor es que lo vea como un punto más de su paseo.
Exámenes en casa
En el veterinario el perro es sometido a una serie de acciones a las que no está acostumbrado. Orejas, dientes, almohadillas y patas se manipulan para realizar un examen su salud. Practicando en casa el can se sentirá más cómodo con estas acciones al estar en un lugar confortable. Una vez que llega al veterinario no se tomará esos movimientos como algo extraño o negativo para él.
La relajación ayuda
Por todos es sabido que los perros son muy intuitivos y pueden sentir en cierta manera lo que nos pasa. Por eso, nos dan más cariño cuando estamos más tristes o no se mueven de nuestro lado cuando estamos algo nerviosos. Esto no cambia en la consulta, si nosotros estamos muy tensos el perro lo notará y entenderá que él también tiene que estarlo. Tenemos que ayudarlos a que sientan la máxima calma posible dentro de nuestras posibilidades. Caricias y masajes o emplear una voz pausada son algunas de las mejores técnicas que puedes emplear para transmitirle confianza.
Ir siempre a la misma clínica
Para que todas estas medidas funcionen es necesario tener una clínica a la que acudamos siempre. No servirá de nada hacerlo por primera vez cada vez que queramos probar una. El perro tiene que sentir el establecimiento como si fuese algo dentro de su rutina para que no le cause malestar, ni ansiedad. De esta manera, podremos pasar por delante de la clínica de forma frecuente y que no se olvide nunca de su olor o de cómo es la calle en la que está ubicada.
Como hemos podido ver, hay diferentes maneras de hacer que la visita al veterinario sea un buen momento para todos, o por lo menos que no sea tan malo para nuestro perro. Poniendo en práctica estos consejos que acabamos de dar no volveremos a pasarlo mal a visitar un centro veterinario, ni nosotros, ni nuestro perro. ¡Merece la pena intentarlo!
Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.