Calicivirus felino: la gripe de los gatos

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El calicivirus felino (FCV) es un virus muy contagioso que afecta exclusivamente a los gatos y es uno de los principales causantes de la famosa gripe felina o «gripe de los gatos»​. Se trata de un virus respiratorio que tiene muchas variantes que pueden provocar desde síntomas leves hasta muy graves​. Como veterinarios en Albacete, a lo largo de este artículo explicaremos en qué consiste el calicivirus, cuáles son sus síntomas más habituales y cómo podemos evitarlo.

¿Qué es el calicivirus felino?

El calicivirus felino es un virus respiratorio felino de tipo ARN sin envoltura, capaz de mutar con facilidad, lo que da lugar a numerosas variantes con diferente grado de virulencia (capacidad de causar daño)​. Junto con otros patógenos (como el herpesvirus felino), el calicivirus forma parte del llamado «complejo respiratorio felino» y está detrás de muchos de los casos de gripe felina en gatos domésticos​. .

El virus se extiende fácilmente de un gato a otro a través de las gotitas expulsadas al estornudar o al intercambiar saliva (por ejemplo, al olerse o lamerse entre gatos)​. También puede propagarse indirectamente mediante objetos compartidos (platos de comida, areneros, juguetes) contaminados con secreciones, o a través de las personas que manipulan a distintos gatos sin las debidas precauciones​. Esto significa que en entornos donde conviven varios gatos —como hogares, criaderos o refugios— el virus puede propagarse rápidamente.

Una cosa que debe quedar muy clara es que solo los gatos pueden contraer el calicivirus felino; no afecta a otras especies. No existe riesgo de que los humanos contraigan esta «gripe felina»​, aunque las personas podemos actuar como vectores mecánicos llevando el virus en nuestras manos o ropa.

Prevención calicivirus gatos | Argos

Síntomas del calicivirus en gatos

Tras el contagio, el periodo de incubación suele ser corto: los primeros síntomas pueden aparecer entre 2 y 6 días después de que el gato se exponga al virus​. La gravedad y tipo de síntomas varían según la agresividad de la cepa viral y el estado inmunitario del gato​. Esto significa que algunos gatos pueden pasar la infección de forma muy leve (e incluso pasarla inadvertida), mientras que otros desarrollan cuadros intensos de enfermedad. Estos son algunas de los síntomas del calicivirus felino más comunes:

🐱 Estornudos frecuentes y tos, similares a los de un resfriado.

🐱 Secreción nasal y ocular (lagrimeo) que puede ser transparente al inicio y volverse mucosa o purulenta (amarillenta-verde) a medida que avanza la infección. Es habitual ver al gato con moquitos y legañas en los ojos.

🐱 Conjuntivitis (ojos rojos e inflamados) debido a la irritación por el virus.

🐱 Úlceras en la boca (especialmente en la lengua, paladar o encías) que provocan mucho dolor​. Estas llagas pueden hacer que el gato babee más de lo normal y tenga dificultad para comer.

🐱 Fiebre moderada o alta​.

🐱 Falta de apetito. Es posible que se esconda, duerma más y rechace la comida debido al malestar general.

Sintomas del calicivirus

No todos los gatos manifiestan todos los síntomas. En casos leves, quizás el gato solo presente algunos estornudos y un poco de mucosidad. En cambio, en casos más graves, el virus puede extenderse por el organismo y provocar úlceras en la boca y la nariz, y pueden llegar a tener problemas gastrointestinales como vómitos y diarrea​. Otros, en infecciones más graves, sufren dolor e inflamación articular, lo que les ocasiona cojeras temporales (un cuadro conocido como síndrome de la cojera asociado al calicivirus)​. En situaciones muy graves, ciertas cepas muy virulentas del virus pueden desencadenar una calicivirosis sistémica felina, con daño pulmonar (neumonía) e incluso fallo de órganos.

Algunos gatos pueden contraer el calicivirus y no mostrar ningún síntoma. Estos gatos asintomáticos parecen sanos, pero en realidad pueden eliminar (liberar) el virus al ambiente y contagiar a otros. De hecho, un gato infectado sin síntomas puede portar el virus durante meses o años después de la infección, eliminándolo a través de sus secreciones (principalmente saliva, mocos y lágrimas)​. Por eso, siempre es importante vigilar la salud de todos los gatos de nuestra casa si uno de ellos ha pasado por una gripe felina, incluso cuando parezcan estar bien.

Tratamiento del calicivirus

Actualmente no existe un antiviral que elimine el calicivirus felino por lo que el tratamiento se basa en aliviar los síntomas y ayudar al organismo del gato mientras su sistema inmunitario combate la infección​. Tienes que tener en cuenta que los cuidados son diferentes dependiendo de la gravedad del caso: no es lo mismo tratar a un gato con síntomas leves en casa que a uno con una infección grave que ponga en riesgo su vida.

Si crees que tu mascota puede estar pasando la gripe felina, te recomendamos que sigas estos pasos:

Visita al veterinario

Ante la sospecha de calicivirus felino (por ejemplo, si tu gato tiene estornudos, fiebre o conjuntivitis), es importante acudir al veterinario lo antes posible​. El veterinario analizará la gravedad de la infección y pondrá en marcha el tratamiento adecuado.

Mi gato tiene gripe | Argos

Medicación

Dependiendo de los síntomas y la gravedad del caso, es posible que el gato necesite medicación para bajar la fiebre y aliviar el dolor causado por las úlceras bucales​. También suelen recetarse pomadas oculares si tiene conjuntivitis y lavados nasales con suero fisiológico para despejar las fosas nasales​. Si el veterinario sospecha de infección bacteriana (muy común cuando hay mucha mucosidad acumulada), puede recetar antibióticos de amplio espectro.

Cuidados en casa

En casa, debes proporcionar al gato un lugar tranquilo, cálido y cómodo para descansar. Limpia sus ojos y nariz con una gasa humedecida en suero fisiológico o agua tibia varias veces al día, para retirarle las secreciones y ayudarle a respirar mejor​. Si el gato está muy congestionado, puedes generar algo de vapor en el baño (abre el agua caliente de la ducha unos minutos con la puerta cerrada) y mantener al gato allí contigo brevemente, o usar un humidificador en la habitación, de modo que la humedad alivie la congestión nasal​.

Ofrécele comida húmeda para estimular su olfato y gusto, ya que los gatos resfriados pierden el apetito cuando no huelen bien la comida. Alimentarlo con latas de calidad, patés o incluso pollo hervido desmenuzado puede ayudar a que siga comiendo a pesar de las úlceras en la boca. Asegúrate de que beba suficiente agua; si no quiere beber, prueba ofreciéndole caldo de pollo (sin sal ni condimentos) o usa una jeringuilla para darle agua en la boca.

Aislamiento

Dado que el calicivirus es tan contagioso, si en casa tienes más de un gato es imprescindible separar al gato enfermo de los demás durante su enfermedad​. Idealmente, mantenlo en una habitación aparte con su propio arenero, comedero y bebedero, evitando el contacto directo con tus otros gatos. Lávate las manos después de tocarlo y cambia de ropa si has estado en contacto (especialmente antes de tocar a otros gatos), para minimizar el riesgo de llevar partículas virales de un lugar a otro.

En casos graves, como aquellos gatos que desarrollan neumonía o que están muy delicados, el tratamiento puede llegar a requerir hospitalización veterinaria. En una clínica, el gato podrá mantenerse hidratado y con tratamientos de oxigenoterapia si tiene problemas respiratorios. Afortunadamente, la gran mayoría de los gatos salen adelante con estos cuidados, y las muertes por calicivirus tienden a ser muy poco comunes​.

Calicivirus felino | Clínica Argos

Secuelas y consecuencias del virus

Después de superar una infección por calicivirus felino, la mayoría de los gatos se recuperan por completo y pueden volver a hacer vida normal. Sin embargo, en algunos casos la enfermedad puede dejar secuelas.

🐱 Portador crónico: Como decíamos, algunos gatos que han pasado la infección pueden quedar como portadores del virus para siempre. Esto significa que, aunque el gato ya no muestre síntomas, el virus permanece en su organismo (por ejemplo, alojado en tejidos de la boca o vías respiratorias) y continúa eliminándolo de forma intermitente o continua durante meses, e incluso años​. Un portador crónico no está enfermo, pero sí representa una fuente de contagio para otros gatos.

🐱 Problemas crónicos en la cavidad oral: Una de las secuelas más reconocidas del calicivirus felino es su relación con la gingivitis/estomatitis crónica felina. Se ha observado que infecciones persistentes por calicivirus pueden desencadenar una inflamación crónica de las encías y la mucosa oral en algunos gatos​. En este caso, los síntomas más habituales son el enrojecimiento de las encías, úlceras en la boca y dolor al masticar. Además, los gatos que han sufrido calicivirus pueden desarrollar con el tiempo una estomatitis inmunomediada, donde el propio sistema inmune reacciona de forma exagerada en la boca. Si notas que tu gato (que tuvo calicivirus) tiempo después tiene dificultad para comer, mal aliento o encías muy rojas podría ser una secuela relacionada con la infección y conviene que el veterinario le eche un vistazo.

¿Puedo prevenir su aparición?

La prevención es la mejor aliada para combatir el calicivirus felino. Dado lo contagioso que es este virus y lo desagradable que puede ser la enfermedad, resulta fundamental tomar medidas para evitar en lo posible que nuestros gatos se infecten.

La vacuna contra el calicivirus felino forma parte de las vacunas básicas que todo gato doméstico debería recibir. Por lo general, se administra dentro de la vacuna triple felina (también llamada trivalente: rinotraqueítis viral, calicivirus y panleucopenia felina), que se aplica a los gatitos durante sus primeros meses de vida, aunque se refuerza con recordatorios periódicos para mantener su efecto. Vacunar a tu gato reduce drásticamente la posibilidad de que contraiga el calicivirus, y en caso de que un gato vacunado se infecte, los síntomas serán mucho más leves y la recuperación más rápida que en un gato no vacunado​. De hecho, está documentado que es raro ver enfermedades respiratorias felinas graves en gatos adultos que han sido vacunados adecuadamente​– la inmunidad conferida por la vacuna los protege de las formas más severas de la gripe felina- . Por ello, mantener al día el calendario de vacunación de tu gato es importantísimo. Normalmente los gatos comienzan a vacunarse a partir de las 8 semanas de vida, con segundas dosis a las 12 semanas y refuerzos al año de edad.

Además de la vacunación, las medidas de higiene son muy importantes, sobre todo en casas donde viven varios gatos. El calicivirus felino puede sobrevivir en el ambiente aproximadamente 10 días en condiciones de temperatura ambiente y superficies secas​, y es bastante resistente a algunos desinfectantes comunes, de modo que la limpieza debe ser muy rigurosa. Para prevenir contagios, mantén una excelente higiene en los accesorios de tus gatos: limpia y desinfecta con frecuencia los comederos, bebederos, areneros y juguetes.

Si tienes dudas sobre la vacunación de tu gato o sospechas que podría estar enfermo de calicivirus, ven a vernos. ¡Juntos podemos mantener a raya al calicivirus felino!

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