¿Cómo afecta el chocolate a los perros?
Aunque el chocolate es un placer para los humanos, seguro que has escuchado más de una vez que para los perros puede ser letal pero, ¿Sabes el motivo? Entender por qué el chocolate es peligroso para los perros puede salvar la vida de tu mascota y, por eso, a lo largo del siguiente artículo vamos a profundizar y entender cómo afecta el chocolate a los perros y qué debemos hacer en caso de que coma un poco por accidente.
Antes de continuar, si has llegado a este artículo porque tu perro ha comido mucho chocolate, dirígete directamente a nuestra página de urgencias veterinarias y contacta con nosotros.
¿Por qué los perros no pueden tomar chocolate?
El ingrediente tóxico en el chocolate es la teobromina. Los humanos podemos procesar sin problema este componente pero lo perros tienen muchos problemas para hacerlo ya que, en el organismo canino, la teobromina se metaboliza mucho más lentamente y puede acumularse a niveles tóxicos en el hígado. Esta acumulación puede provocar una sobredosis que afecta al sistema nervioso central, cardiovascular y renal del perro y que, en grandes cantidades, podría llegar a provocar la muerte del animal.
¿Qué efectos produce el chocolate en los perros?
Dependiendo de la cantidad de teobromina que lleve el chocolate puede producir unos efectos u otros en nuestro perro. Los síntomas más leves no pasan de una sensación de inquietud, hiperactividad y aumento de la micción durante unas horas pero, a medida que la intoxicación por teobromina avanza, los perros pueden llegar a sufrir vómitos y diarrea, lo que puede provocarles una deshidratación severa. En los casos más graves, la teobromina puede provocar arritmias cardiacas, convulsiones e incluso la muerte si no se trata a tiempo.
¿Cómo influye el tamaño del perro?
El tamaño del perro influye muchísimo cuando hablamos del riesgo que produce la teobromina y, es que, la dosis tóxica de teobromina es de aproximadamente 100 a 200 mg por kilogramo de peso corporal. Esto significa que incluso pequeñas cantidades de chocolate negro, que es particularmente rico en teobromina, pueden ser peligrosas para un perro pequeño, mientras que un perro más grande tendría que consumir una cantidad mayor para alcanzar el mismo nivel de toxicidad.
Si tienes un perro pequeño y ha comido algo de chocolate negro, lo ideal es que lo lleves al veterinario cuánto antes para evitar posibles problemas de salud. Ten en cuenta que los efectos de la teobromina tardan un tiempo en aparecer, por lo que podrías evitar los daños si llegas al veterinario antes de que tu perro se vea afectado por sus efectos.
¿Cómo influye en la salud del perro cada tipo de chocolate?
Como decíamos antes, la cantidad de teobromina varía mucho entre los diferentes tipos de chocolate. Os dejamos aquí con unas cantidades aproximadas:
Chocolate negro: Contiene la mayor cantidad de teobromina, pudiendo tener entre 130-450 mg por onza.
Chocolate con leche: Generalmente contiene alrededor de 44-58 mg de teobromina por onza.
Chocolate blanco: Contiene cantidades mínimas de teobromina, pero aún así no es recomendable que lo coman los perros.
Dado estos valores, el chocolate oscuro representa el mayor riesgo, y incluso una pequeña cantidad puede ser suficiente para causar una reacción tóxica en un perro.
Mi perro ha comido chocolate, ¿Qué hago?
Si descubres que tu perro ha comido chocolate, actúa con rapidez:
- Evalúa la cantidad y tipo de chocolate que ha comido para determinar la gravedad del envenenamiento.
- Contacta con tu veterinario de inmediato. Es probable que te aconsejen llevar a tu perro a la clínica.
- No provoques el vómito al perro menos que un veterinario te lo pida.
Ahora ya lo sabes: mientras que el chocolate es un dulce inofensivo para los humanos, representa un peligro serio para los perros. Mantén el chocolate fuera de su alcance y asegúrate de que todos los miembros de la familia sean conscientes de este peligro.
Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.
