¿Cómo afecta la leptospirosis a los perros?
A lo largo de nuestra trayectoria profesional, en Clínica Veterinaria Argos hemos tratado diversos casos de leptospirosis en perros y otros animales domésticos. Dado que habéis sido muchos los que nos habéis preguntado sobre esta enfermedad, queremos aprovechar nuestra experiencia para contaros toda la información relevante sobre ella y qué tenéis que tener en cuenta para que vuestro perro se recupere lo mejor posible.
¿Qué es y cómo se transmite la leptospirosis en los perros?
Es una patología infecciosa zoónica causada por las bacterias Leptospira interrogans, Leptospira icterohaemorrhagiae y Lepstospira canicola, las cuales pueden afectar a animales domésticos y salvajes, así como a humanos. Actualmente, la leptospirosis es considerada por las autoridades médicas como la zoonosis más frecuente y supone un grave problema sanitario, ya que conlleva un importante potencial epidémico.
Se contagia de animal a animal y de animal a humano, pero nunca de un humano a otro. En las zonas urbanas, tanto los perros como los gatos son los principales propagadores. En el caso de lugares aislados o donde la salubridad es más deficiente, las ratas también juegan un papel importante en la transmisión de la enfermedad a los animales domésticos.
La fuente de contagio primordial es la orina y cualquier elemento contaminado a cabo a través de ella (agua, tierra, árboles o el contacto directo con otro animal). La bacteria se adentra en la mucosa (oral o nasal) o en alguna herida abierta, recorre la sangre para afectar a distintos órganos (especialmente el hígado y los riñones) y, finalmente, es expulsada durante la micción. Un ser humano que tenga contacto directo con un animal infectado puede fácilmente desarrollar la enfermedad. En muchas ocasiones, hemos observado que se da con una mayor frecuencia en los granjeros, ganaderos, trabajadores de matadero, veterinarios, etc.
Síntomas de la leptospirosis
Una vez que la bacteria entra en contacto con el cuerpo, se produce un periodo de incubación de unos 7-15 días. Según su gravedad, puede ocasionar solo unos síntomas muy parecidos a los de un resfriado que irán mejorando con el paso de las semanas o la muerte del animal. Por tanto, es imprescindible que prestemos atención a los siguientes signos para que nuestro perro reciba un tratamiento cuanto antes.
- Durante la primera fase, pueden presentarse síntomas similares a los de un constipado: fiebre, dolor de cabeza y muscular. Esto hace que sea especialmente difícil de diagnosticar al principio, pues puede confundirse con cualquier otra enfermedad. Solo los especialistas experimentados en leptospirosis sabemos identificarla a tiempo.
- Una vez transcurrida esta etapa, la sintomatología se complica cada vez más: aparecen la fuerte gastroenteritis (vómitos y diarreas), insuficiencia cardíaca, dificultad para respirar, hemorragias intestinales y pulmonares, deshidratación, orina de color café, decaimiento generalizado, depresión, irritación de las mucosas, ictericia, rigidez de la nuca e insuficiencia hepática o renal.
¿Cómo se trata la leptospirosis en perros?
Tenemos buenas noticias: si se diagnostica a tiempo, existe un 100 % de posibilidades de salvar la vida de nuestro fiel amigo. Por eso es tan importante que conozcamos esta enfermedad y llevemos al perro al veterinario en cuanto empecemos a notar algo extraño.
El procedimiento más habitual y eficaz es el uso de antibióticos, especialmente la penicilina o la doxiciclina (en caso de que el animal sea alérgico a la primera). Asimismo, es necesario completar este tratamiento con una medicación que controle los síntomas y los daños en los órganos, una constante rehidratación y cuidados especiales para que el perro se sienta a gusto en la medida de lo posible. Es probable que deba mantenerse aislado hasta que se recupere.
Vacuna para leptospirosis
No obstante, como especialistas en veterinaria, queremos recordar que la principal prevención es la vacunación. La vacuna de la leptospirosis se administra en las primeras semanas de vida. Luego, debe hacerse un recordatorio anual para mantener la inmunidad. A la vacunación debe sumarse, por supuesto, una correcta desinfección.
¿Qué secuelas puede provocar?
Como decíamos a principios de este artículo, si no se trata a tiempo, la leptospirosis puede dejar secuelas a largo plazo. Algunas de las secuelas pueden ser:
- Dolores de cabeza crónicos
- Problemas en los riñones
- Cambios de humor
- Predisposición a sufrir gastroenteritis
Estas secuelas se dan, sobre todo, en los casos de perros que hayan pasado mucho tiempo enfermos antes de llevar a cabo un tratamiento efectivo.
¡No dudes en venir a vernos para garantizar la salud de tu mascota! En nuestra clínica veterinaria estaremos encantados de ayudarte.
Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.