¿Qué es la piometra en las hembras de perro?
En Clínica Veterinaria Argos llevamos años ocupándonos del cuidado de cientos de mascotas. Durante este tiempo hemos visto todo tipo de enfermedades y dolencias y, entre todas ellas, destaca la piometra, una enfermedad que, aunque es muy común en las perras, afecta a hembras de todas las especies.
¿Qué es la piometra?
Esta patología suele darse en perras que han alcanzado la madurez sexual, sobre todo si han sido sometidas a tratamientos anticonceptivos o no han sido esterilizadas. Consiste en una infección uterina no contagiosa provocada por varios factores, como el aumento de los niveles de progesterona tras periodos de celo o cambios morfológicos en el endometrio. Como consecuencia de la infección, se acumulan en el útero secreciones y bacterias que debemos eliminar mediante un tratamiento eficaz.
Existen dos tipos de piometra, abierta y cerrada. En el primer caso, las secreciones son expulsadas al exterior por el cuello del útero, por lo que es más fácil de tratar. En el segundo, el útero se encuentra cerrado y no es posible expulsar las sustancias infecciosas, algo que puede desencadenar incluso una peritonitis.
¿Cuáles son los síntomas de la piometra?
Los primeros indicios de esta patología son los cambios en la tonalidad de la vulva, la secreción de pus, el lamido de la zona vaginal, fiebre, inapetencia y letargia. En casos más graves y que no han recibido tratamiento, pueden llegar a producirse vómitos, diarrea, septicemia, insuficiencia renal o peritonitis.
El diagnóstico diferencial es crucial para asegurar que el tratamiento para la piometra sea adecuado y efectivo. Enfermedades como la infección del tracto urinario, el embarazo psicológico, y tumores uterinos pueden presentar síntomas similares a los de la piometra. Por ejemplo, una infección urinaria también puede causar fiebre e inapetencia, mientras que el embarazo psicológico puede llevar a que una perra actúe como si estuviera embarazada y cuidara de objetos como si fueran cachorros.
Para diferenciar entre estas condiciones, los veterinarios pueden utilizar una combinación de exámenes físicos, análisis de sangre, pruebas de orina, ultrasonidos y, en algunos casos, radiografías. Estas herramientas no solo ayudan a confirmar la presencia de una piometra, sino que también pueden descartar otras condiciones que podrían requerir un enfoque de tratamiento diferente como la aparición de un posible bulto.
¿Cómo efectuamos el diagnóstico de la piometra?
En el caso de que se produzcan algunos de los síntomas citados, es preciso acudir lo antes posible a un veterinario. En nuestra clínica llevamos a cabo una exploración física, la cual, en la mayoría de los casos, va acompañada de una ecografía.
En el caso de no obtener todavía un diagnóstico suficientemente claro, realizamos una analítica de sangre y orina y una citología, las cuales nos mostrarán los niveles de infección y la concentración de neutrófilos.
Tratamiento de la piometra
El tratamiento de la piometra depende en gran medida del tipo de piometra (abierta o cerrada), la severidad de la enfermedad y el estado general de salud de la perra.
- Tratamiento médico: En casos de piometra abierta donde los síntomas son menos severos y no hay evidencia de una infección sistémica grave, el tratamiento médico puede ser la mejor opción. Este enfoque generalmente incluye la administración de antibióticos de amplio espectro para combatir la infección bacteriana y prostaglandinas para reducir los niveles de progesterona y ayudar a expulsar el contenido uterino. Este tratamiento también puede incluir fluidoterapia para abordar la deshidratación y el apoyo nutricional si la perra ha estado evitando comer. Puede ir acompañado de un lavado de útero e instalación de drenaje transcervical.
- Cirugía (Ovohisterectomía): Para casos de piometra cerrada o en situaciones donde la perra muestra signos de toxicidad, la cirugía es generalmente la opción recomendada. La ovo-histerectomía, que implica la extracción del útero y los ovarios, no solo trata la piometra actual sino que también previene que la enfermedad pueda reaparecer en el futuro. El cuidado postoperatorio es crucial y puede incluir antibióticos, analgésicos y monitoreo para asegurar que no surjan complicaciones como infecciones o problemas en las incisiones.
En ambos casos, el seguimiento post-tratamiento es vital para asegurar la recuperación completa.
¿Cómo podemos prevenir la piometra?
La prevención más eficaz contra la piometra es la esterilización. Dado que consiste en la extirpación de útero y ovarios, estaremos realizando el mismo tratamiento que llevamos a cabo ante la enfermedad declarada, aunque preventivamente. De esta manera evitaremos la aparición de procesos relacionados como, por ejemplo, el cáncer de mama o los embarazos psicológicos.
Ahora bien, ¿cuándo debemos anular la fertilidad de las perras? Lo cierto es que esto dependerá de la raza, pues el tamaño del animal es muy importante. Las hembras de pequeñas dimensiones han de esterilizarse antes de manifestar su primer celo, es decir, entre los 7 y los 9 meses. Sin embargo, si la perra es más grande, debemos intervenir antes de cumplir el primer año de vida. Además, hemos de tener en cuenta que la castración es más efectiva a edades tempranas.
Si, a pesar de tomar las medidas necesarias, no se ha conseguido prevenir la piometra, es fundamental acudir a clínica veterinaria Argos en cuanto se perciban los primeros síntomas. No debemos olvidar que la efectividad del tratamiento contra la enfermedad dependerá del estado en el que se encuentre la perra y de la rapidez con el que se aplique
Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.